Ante la inminencia de la asunción de
un nuevo gobierno democrático, que
presumiblemente intentaría juzgar los
crímenes cometidos durante el “Proceso”,
los militares dieron a conocer, en abril de
1983, un informe denominado “Documento
Final de la Junta Militar sobre la guerra
contra la subversión y el terrorismo”.
En ese informe las Fuerzas
Armadas ofrecían una versión
justificatoria de su propio accionar. El pasado
se presentaba como una “guerra”
de consecuencias dolorosas pero inevitables,
en la que, “como en toda guerra”,
se habían cometido algunos “errores
y excesos”. Había sido,
en definitiva, una “guerra sucia”.
Este documento, advertía, además,
que “...quienes figuran en nóminas
desaparecidos (…) se consideran muertos”.
El “Documento Final” fue categóricamente
rechazado por el movimiento de derechos humanos,
por la mayor parte de los actores políticos
movilizados y por importantísimos sectores
de la opinión pública. |