"Éste era un diario combativo que había en Vedia, un pueblo chiquito que en esa época tenía calles de tierra. Pertenecía a Joaquín Alvarez, un compañero marxista-independiente que estuvo preso dos años. Era un independiente que se empezó a peronizar. Fue tan importante ese hombre en ese pueblo que hubo una militancia inusitada allí en relación a su población.

Dos estudiantes de ahí que estudiaban abogacía en La Plata fueron compañeros de pensión con Néstor Kirchner y están desaparecidos. Entonces, una de las primeras cosas que hizo Kirchner como presidente fue ir a Vedia a inaugurar un monolito a los compañeros. Fue a ese lugar especialmente y pronunció un discurso muy emotivo.

Un mes antes le había encargado a Patricio Griffin, el actual presidente del INAES (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social), que es en realidad de Junín pero está casi pegado a Vedia, que busque a la madre de esos compañeros. Una había muerto y a la otra la ubicaron pero vivía muy lejos. De todas formas la mandó a buscar para que esté presente porque la quería conocer. Nosotros entonces nos juntamos cerca con unos compañeros de militancia y vino la mujer. Ahí apareció Néstor Kirchner y le dijo que él había comido muchas veces lo que ella preparaba y le mandaba a su hijo a la Plata. Incluso le nombró con certeza algunos de esos platos. Fue un momento muy emotivo. Yo había llevado uno de los brazaletes de la JP que había metido en el tarro (ver brazalete de la JP) para mostrar a los cumpas que no veía desde hacia años y como me emocioné mucho con la escena, se lo regalé a Néstor.

Todo esto tiene que ver indirectamente con Joaquín Álvarez. Porque el diario que hacía influyó en muchos de los compañeros de la zona y era insostenible. Pero como él tenía una imprenta, la única del pueblo, lo podía financiar con trabajos que hacia allí para los comercios del pueblo”.