La primera vez que escuché hablar de Memoria Abierta fue en un viaje
de Patricia (Valdez) a Washington (yo estaba allá en la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos) y ella me contó que se había
armado este pull de los organismos de derechos humanos para trabajar el
tema de la memoria.
Quiero destacar la labor de toda la gente que entendió la importancia
del proyecto de Memoria Abierta y que le dio impulso y lo llevó
adelante. He estado vinculado a ellos durante los distintos años,
he visto cómo han crecido,
he visto cómo han recogido testimonios, he
visto la seriedad en su trabajo, la dedicación y el afecto de poder
reunir un conjunto de testimonios y hacerlo además de manera muy
profesional.
Esa tarea cobra cada día mayor jerarquía y dimensión.
Como señaló Marta (Ocampo de Vásquez), memoria, verdad
y justicia son tres pilares básicos de la política de derechos
humanos que impulsaron los organismos desde hace muchísimos años
y que impulsa firmemente el gobierno nacional del presidente Kirchner.
Esta presencia acá, esta inauguración tiene ese sentido,
el sentido de poner este Palacio San Martín, esta bella Cancillería
a disposición de una muestra que nos recuerda uno de los momentos
más oscuros de nuestra historia. Nos lo recuerda porque la memoria
es un elemento esencial para la experiencia social. Aquellos que no recuerdan,
aquellos que no conocen suelen cometer los mismos errores, las mismas
equivocaciones. Nosotros estamos decididos a que ese pasado doloroso
sea la base, el punto de inflexión de una recuperación -en términos de la perspectiva de los derechos humanos– que
establezca bases sólidas y una política de Estado para que
“Nunca Más” sea una verdad efectiva. Nunca más
habrá terrorismo de Estado en Argentina y nunca más habrá
terrorismo de Estado porque habrá memoria, porque habrá
verdad, porque habrá justicia.
Es muy oportuno, como señaló Patricia (Valdez), que esta
muestra inaugure ahora cuando se están reabriendo procesos, juicios
que estuvieron detenidos por las leyes de impunidad durante muchos años.
Lo que se busca es la justicia. Todos tenemos derechos a saber la verdad.
Todos tenemos derecho a que se establezca si una persona es culpable o
inocente. Todos tenemos derecho a la memoria.
Quiero felicitar a la gente de Memoria Abierta porque yo sé cómo trabajan.
Tuvimos oportunidad de verlo cuando presentaron la muestra en el San Martín
para el 24 de marzo; Ahí nació la idea de llevar la muestra
a la Cancillería. Para que en esta casa todos sepamos
que una política de los derechos humanos ya es parte del patrimonio
de los argentinos y, por lo tanto, es parte del patrimonio y del núcleo
duro de la política exterior argentina.
La última vez que nos encontramos con Marta (Ocampo de Vásquez)
fue donde
ella mencionó, en Ginebra, el día que se aprobó por
consenso la Convención Internacional Para la Protección de Todas
las Personas contra las Desapariciones Forzadas. Y yo
recordé ahí una cosa, ella estuvo en el ´81 en París
en ese coloquio que mencionó. O sea que fue una larga lucha que
tiene resultados internos, que tiene resultados en la política
internacional y que a veces nos trasciende a nosotros como país.
Pongo esta muestra a disposición de todos los
argentinos, de todos los que quieran verla, de todos los que quieran en
ella aprender de un pasado muy duro pero que nos va a dejar enseñanzas
para una vida con mayor libertad en el futuro.