La historia de nuestro grupo es bastante reciente. Podemos definirla como la voluntad de acercamiento entre personas con una historia pasada en común y una afinidad en el deseo de continuar la búsqueda de la verdad y la justicia por todos los medios posibles.

Nuestros primeros encuentros tuvieron lugar durante los actos culturales en memoria de los desaparecidos, organizados anualmente desde 1997, por la Comisión de desaparecidos españoles en la Embajada de España.

Durante las reuniones comentábamos los distintos petitorios presentados a las respectivas embajadas y consulados para solicitar la instalación de un símbolo conmemorativo en el Parlamento Europeo y para pedir que desde esta institución se animara a las instituciones europeas con el fin de crear un archivo de la Memoria. También solicitábamos la aprobación de criterios de reparación y la dignificación de las víctimas. En estas reuniones compartíamos información sobre la forma en que estos petitorios eran recibidos y tramitados según la normativa jurídica de cada país. Esto propició otros encuentros en los que intercambiábamos experiencias y evaluábamos la posibilidad de realizar alguna acción conjunta.

Con ese espíritu, en ocasión de inaugurarse la nueva sede de la cancillería española en el año 2006, la Comisión de desaparecidos españoles solicitó a su representación diplomática que ampliara la invitación al acto anual conmemorativo a familiares de otros países europeos.

Las semanas previas al acto, nos reunimos los familiares de desaparecidos españoles, italianos y alemanes para acordar la presentación de un petitorio ante el parlamento de la Unión Europea. Luego, se sumaron al grupo los familiares franceses con los que se terminó de redactar el texto que se entregó en la embajada española al representante de la Unión Europea en Buenos Aires.

Otra decisión que tomamos juntos fue la selección del monte en el Paseo de los Derechos Humanos y el tipo de recordatorio que quedaría emplazado en ese lugar.

Participar en el Paseo fue consolidando la idea de grupo y nos permitió ampliar la convocatoria.

Creemos que estas experiencias pusieron en evidencia la importancia de las acciones conjuntas sin olvidar el origen e identidad de cada uno.

Sabemos que hay personas desaparecidas de otras nacionalidades europeas y estamos haciendo una búsqueda para poder contactar a sus familiares.