“Estas dos pulseritas las hice en cana con macramé. Lo de las puntas son carozos y los hilos son sacados de las toallas, porque no podíamos tener hilos de colores. Recuerdo que mis padres, pobres, no podían entender por qué pedía tantas toallas de colores. Para hacer las pulseras, los hilos los ataba en la almohada. Después, los carozos los limaba en el baño. Me sentaba en los bordecitos de cemento de las duchas y los limaba ahí. Tenía todo el tiempo del mundo para hacerlo. Hice varias pulseras. Pero las hacía para regalar, porque no las usaba. Probablemente éstas también las haya hecho para regalárselas a alguien y cuando salí, me las llevé”. * Testimonio de Emilce Moler registrado por Memoria Abierta el 30 de julio de 2010. Desde finales de la dictadura militar Emilce es militante por los Derechos Humanos en Mar del Plata y colaboradora científica del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). Al momento de la entrevista trabaja como asesora del Ministro de Educación de la Nación y es responsable de la coordinación escolar de la Asignación Universal por Hijo. |