“Este pantalón celeste es el único Oxford que tuvo. Me acuerdo que yo le tuve que hacer un dobladillo enorme. Su hermana, cuando se fue al exilio, se lo llevó y yo nunca le pregunté por qué.

Tengo una foto en la que él está en un barco con ese pantalón. Es de septiembre del 73, durante una excursión a Montevideo. Era un momento muy especial para nosotros. Tan alegre…

El sombrero que tiene en la foto también tiene su historia. La hermana de Carlos no quiso fiesta para su cumpleaños de quince e hicimos un viaje por el norte. Él no quiso venir porque se iba con los amigos a la costa. Entonces le pregunté qué quería que le trajera de regalo y me dijo un poncho. Le traje un poncho auténtico, como el de Güemes, y un sombrero. Las dos cosas se las debe haber llevado algún guacho cuando se lo llevaron a él”.